Qué verdura tan original y hermosa.
Desde hace muchos años esta pieza que parece que ha sido traída de Venus ha estado llamado la atención a la gente en tiendas y mercados, y no me negaréis que sus formas parecen de otro planeta. Una pasada. Que sepáis también que esta geometría tan peculiar se llama geometría fractal, y es demasiado irregular para ser descrito en términos geométricos tradicionales. Pero bueno, es de aquí, y se llama romanesco o romanescu (Brassica oleracea). Esta verdura es de la familia de las Brassicaceae, del grupo itálica. Pero para que nos entendamos es un híbrido entre el conocido brécol y la exquisita coliflor. Leo que fue creado en el Scottish Horticultural Research Institute hace ya más de treinta años.
En España, el romanesco se empezó a conocer en los años 80, pero no en todos los mercados. Hoy por hoy el consumo sigue siendo más escaso que en otros países, y creo que esto debería de cambiar pronto ya que el romanesco presenta unas cualidades nutricionales muy buenas, y creo que puede ser algo que comer divertido para los niños. Posee además mucha fibra, vitaminas (algo más que la coliflor), sales minerales etc, pero destaca su vitamina C. También su contenido en ácido fólico (folatos), potasio y fósforo. El resto lo componen esos compuestos azufrados maravillosos, que son medicina para nuestra salud y que contienen todas las coles (es lo que provoca ese fuerte olor al cocerlas).
Esta col se puede consumir ahora y muy fresca, porque nace durante los meses fríos del año (Octubre a finales de Enero). Se puede tomar cruda, cocida, a la plancha o al horno, y muchos dicen que aporta un sabor más suave que el brócoli y una textura diferente al resto de coles. También es menos flatulenta (meteorismo) que la coliflor.
Receta:
Romanescu con bechamel
Romanescu al pimentón de la Vera
Varias recetas de romanescu:
Recetas con romanesco